par Jacobs, Dirk
Editeur scientifique Moya, David;Viñas, Alba
Référence Sufragio y participación política de los extranjeros extracomunitarios en Europa, FUNDACIÓ CARLES PI I SUNYER, Barcelona, page (255-302)
Publication Publié, 2010-07-09
Partie d'ouvrage collectif
Résumé : En este artículo nos centraremos en cómo Bélgica ha abordado la concesión del derecho de sufragio a los ciudadanos extracomunitarios. Hasta hace diez años, tan sólo a los ciudadanos belgas les estaba permitido participar en las elecciones municipales oficiales. Los políticos belgas se habían mostrado bastante reacios a conceder derechos de sufragio a los residentes extranjeros. Ello se debía principalmente, como ya discutimos ampliamente en anteriores trabajos académicos (Jacobs 1998, 1999, 2001), a la polarización y a la lucha electoral por conseguir el voto antiinmigrante en la década de 1980 y principios de la de 1990, así como al efecto disruptivo de la división entre flamencos y valones acaecida en la segunda mitad de la década de 1990. Hubo que esperar hasta 1999 para que Bélgica concediera finalmente los derechos de sufragio a los ciudadanos de la UE con arreglo al Tratado de Maastricht y a la directiva europea que lo desarrolla. Los residentes extranjeros procedentes de los países de la UE pudieron así participar por primera vez en las elecciones locales de octubre de 2000, pero para ello debían antes censarse como votantes. Para los belgas, votar es un derecho de ejercicio obligatorio. Sin embargo, a los no europeos no se les permitió votar en las elecciones locales. Una cláusula especial de la Constitución estipulaba que la legislación electoral sólo podía modificarse para conceder los derechos de sufragio a los ciudadanos originarios de terceros países a partir del año 2001, si bien dicha legislación fue modificada en 2004, después de una pugna política bastante desagradable que puso al Gobierno federal al borde de la crisis. Los ciudadanos extracomunitarios que residen desde hace años en el país pueden ahora participar en las elecciones locales, pero sólo pueden votar y no presentarse como candidatos. Estos ciudadanos hicieron uso de su derecho de sufragio por primera vez en octubre de 2006. Las próximas elecciones locales belgas se celebrarán en el año 2012. Conviene recalcar que paralelamente a la concesión del derecho de sufragio a los ciudadanos extracomunitarios, Bélgica también hace gala de una legislación de corte harto liberal en lo que respecta a la adquisición de la nacionalidad. Paradójicamente, una de las razones para llevar a cabo dicha liberalización legislativa fue eliminar de la agenda política el asunto de la concesión de los derechos de sufragio a nivel local a los ciudadanos extracomunitarios.