par Delpu, Pierre-Marie
Référence Espacio, tiempo y forma. Serie V, Historia contemporánea, 33
Publication Publié, 2021-12-07
Article révisé par les pairs
Résumé : Las sucesivas revueltas y revoluciones que experimentó el Reino de las Dos Sicilias a lo largo de la primera mitad del siglo XIX se caracterizaron por la construcción de un nuevo arquetipo, el hombre católico, una figura movilizadora que supuestamente representaba al ciudadano regenerado y que se asociaba a un sistema de valores tomados de la religión, pero trasladados a la arena política de forma secularizada. Se benefició del apoyo dado por parte del bajo clero a los movimientos liberales y democráticos, por el lugar que ocupaban en la pedagogía revolucionaria. Las figuras promovidas en esa época, la del héroe militar y la del mártir político, constituyen modelos éticos ampliamente desarrollados en la literatura liberal, pero cuyos usos evolucionaron: el desarrollo de corrientes radicales a partir de los años 1830 y 1840 consagró el papel de las masculinidades cristianas luchadoras, capaces de resistir al gobierno de Fernando II, percibido como tiránico.