Ouvrage en collaboration
Résumé : Según las últimas estimaciones del Centro Internacional de Investigación so- bre el Cáncer, en la Unión Europea ha habido 2,3 millones de nuevos casos de cáncer en 2006, así como más de un millón de muertes provocadas por el cán- cer. Una parte de dichos cánceres está causada directamente por las condiciones laborales. Otra parte está provocada por las exposiciones medioambientales que, en numerosos casos, están relacionadas con las actividades económicas de las em- presas. Incluso si nos atuviéramos a la estimación conservadora de que el 8% de los cánceres que se dan se pueden atribuir a las condiciones laborales, podemos constatar que la mortalidad por cáncer vinculada al trabajo supera ampliamente en cifras a la de los accidentes laborales, y constituye aparentemente la primera causa de mortalidad debida a las condiciones laborales en Europa.Estas decenas de miles de muertes anuales no tienen nada de casual. Y pueden ser evitadas. En la mayor parte de los casos, dichas muertes no se derivan de disfunciones en el proceso productivo y no interrumpen el ritmo normal. Es- tán provocadas por la elección de las sustancias y de los procedimientos y por la organización del trabajo.Estos cánceres adscriben a la realidad biológica de los cuerpos la impron- ta de las relaciones sociales. Incrementan la fractura social de las desigualdades en lo referente a salud. Afectan, en la mayor parte de los casos, a obreros.El obstáculo principal de la prevención de los cánceres relacionados con el trabajo se encuentra en la falta de control de las condiciones de trabajo por los propios trabajadores. El nivel actual de información científica y la existencia de alternativas técnicas hacen posible una prevención mucho más eficaz. Esta publi- cación pretende presentar los principales retos de la lucha contra los cánceres re- lacionados con el trabajo. No se pretende ofrecer un análisis exhaustivo del con- junto de problemas. Para nosotros, esta publicación se inscribe en el marco de un nuevo impulso de las iniciativas sindicales para la salud en el trabajo, y se centra en los agentes químicos. Se señalan otros agentes cancerígenos –radiaciones ioni- zantes, factores biológicos, etc.–, pero los problemas específicos de su prevención no se han desarrollado en esta ocasión. Estamos convencidos que la acción sindical estimulará una lucha eficaz contra los cánceres relacionados con el trabajo. Si examinamos el programa adop- tado en febrero de 2007 por la Comisión Europea sobre salud y seguridad, es probable que nos sintamos desconcertados por el carácter vago e impreciso de la estrategia comunitaria a este respecto. En el contexto de la nueva normativa REACH, estamos convencidos que existen oportunidades que merecen ser apro- vechadas. Por esta razón, el movimiento sindical no dejará de luchar por un re- fuerzo de las iniciativas comunitarias y una mejora de la legislación existente.